Esta receta es muy
sencilla pero no por ello menos apetitosa, no requiere muchas florituras, sólo
una buena materia prima y un ratito para prepararla. Y si no nos queremos
complicar la vida preparando un segundo plato, podemos hacer un poquito de
arroz blanco y ponerlo como acompañamiento, al final, lo mezclamos todo y queda
un delicioso y nutritivo plato único.
Además las proteínas que nos aporta el chipirón son muy bajas en
grasas y con un aporte de vitaminas muy a tener en cuenta, sin descartar su
contenido en Vitamina B12, B3, hierro y selenio.
Además de contener un buen porcentaje de calcio, siempre
imprescindible en nuestra dieta para la buena salud de nuestros huesos. Aun más
reseñable el contenido en Potasio, fundamental para la mayoría de las funciones
vitales de nuestro organismo.
En la cantidad de propiedades que posee el chipirón no se queda
corta la cebolla, presente generosamente en esta receta y también con un gran
contenido en potasio y baja en sodio por lo que es ideal para eliminar
líquidos.
Así mismo posee un gran aporte de fibra, vitaminas y minerales,
que la convierten en la hermana mayor del ajo aportándonos tantas o más
cualidades que este. Y muy bajo contenido en calorías ya que el 90% de su
composición es agua.
Y finalmente el modo en que he cocinado esta receta, aporta
pocas calorías pues está elaborada con el aceite imprescindible y además el
excelente sabor que aporta el de oliva virgen extra.
Así que si aún, cosa que dudo, no la habéis probado os animo a
hacerlo, no os arrepentiréis.
INGREDIENTES:
500
gr. de chipirones pequeños (son más tiernos y sabrosos)
2 o 3 cebollas medianas
2
o 3 pimientos verdes
Aceite
de oliva V.E, sal
ELABORACIÓN:
Limpiar
bien los chipirones, sacando el esqueleto y las tripas que llevan en el
interior y lavándolo ligeramente para que no se quite la membrana que lo cubre
y da color.
Secar
con papel de cocina y reservar.
Pelar
y picar la cebolla y hacer aros.
Sofreír
en un par de cucharadas de aceite de oliva y echar sal para que sude.
Añadir
el pimiento hecho aros y dejar hacer ambas cosas juntas hasta que veamos que
están tiernas.
En
una plancha con poca grasa hacer los chipirones a fuego vivo para que no se
cuezan.
Cuando
estén hechos, añadir la cebolla y el pimiento que habíamos reservado; corregir
de sal y hacer todo unos minutos para que se integren los sabores.
Y
listo, una rodajita de pan y a comer!!!
¡¡¡SALUD
Y DISFRUTAD!!!
perfecta
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Luís, besos!!
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