Este plato es sencillo y gustará a casi todos aunque no sean muy
partidarios de comer pescado; como ocurre a veces con los niños y algunos
mayores. En primer lugar no aparecen espinas y en segundo el huevo suaviza su
sabor por lo que gustará a todos los comensales, si al final lo coronáis con
unas patatas fritas hasta los peques de la casa querrán una ración de este
nutritivo plato.
Conocemos las muchas propiedades del pescado blanco, el bacalao
las tiene todas, bajo contenido en grasa y gran contenido en vitaminas B1, B2,
B6 , B9; todas ellas fundamentales para el funcionamiento de nuestro organismo,
tanto para la síntesis y aprovechamiento de los alimentos, formación de los
glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
También es rico en vitaminas del grupo D, E y A y de ese tesoro
que aprecian los nutricionistas llamado Omega 3 y que ya todos sabemos lo
beneficioso que es para nuestro corazón.
Así que esta receta además de rica es un tesoro nutricional que
no debemos pasar por alto, seguro que os encantará.
Si a demás de todo es sencilla de preparar, no podemos pedir
más. Yo para ser práctica y evitar trabajar más de la cuenta, he comprado
bandejitas de migas de bacalao desalado, que ya viene sin ninguna espina y en
su punto de sal, con lo cual, es super-sencillo y en un ratito, tenemos lista
esta delicia de bacalao y huevos.
Vamos a por ella!!!
INGREDIENTES:
2 Bandejas de migas de bacalao desalado (unos 400gr)
1 cebolla grande o 2 medianas.
3 huevos.
2 o 3 Patatas (si las queréis para la guarnición)
Aceite de oliva V.E
PREPARACIÓN:
Pelar y picar la cebolla y rehogar a fuego medio hasta que esté
transparente, echar un poco de sal para ayudarla a “sudar”.
Mientras trocear las migas de bacalao desalado, para que tengan
un tamaño uniforme y luego no sea necesario trocear.
Cuando la cebolla esté tierna y doradita, añadir el bacalao, sin
volver a echar sal, ya que está en su punto, mezclar todo y dejar hacer unos
minutos.
Mientras podéis freír las patatas en otra sartén para tenerlas
listas al final.
Cuando el bacalao y la cebolla estén bien integrados, batimos
los huevos y añadimos a la sartén, movemos y a fuego lento cuajamos sin hacer
demasiado para que queden jugosos.
Pasamos a una fuente y servimos con las patatas.
Esta receta la he probado en Lisboa. Me encantó, y la tuya tiene aún mejor pinta. Creo que me pondré a hacerla pronto. Me quedo a ver tu blog......me quedo. Si quieres pasarte por el mio, te espero.
ResponderEliminarHola Sofía, me alegro de que te guste la receta y de recibirte en mi blog, muchas gracias, ya te había visitado pero ahora me quedo, muchos besitos, hasta pronto!!!
EliminarQué exquisitez, una receta fantástica guapa!!
ResponderEliminarBesitos
Muchas gracias Esmeralda, como siempre eres un encanto, muchos besos!!!
EliminarQue buena punta, el bacalao es mi pescado favorito.
ResponderEliminarTienes buen gusto Pilar,además de estar muy rico está lleno de buenas propiedades, besos!!!
EliminarMe encanta el bacalao y esta receta tiene que estar buenísima.
ResponderEliminarAcabo de conocer tu blog y me quedo por aquí.
Te invito para que te pases por mi cocina http://cocinandoconlafamily.blogspot.com.es
Un Beso.
Hola Tita, seguro que te gustará esta receta, espero que te animes y la pruebes, paso a visitarte y me quedo!!! Besos y ¡¡hasta pronto!!
ResponderEliminarEsta receta portuguesa es una de las que más hago en casa porque es sencilla y riquísima, me encanta como te salió.. besitos
ResponderEliminar