Este
bizcocho me sorprendió porque aunque no lleva huevo entre sus 
ingredientes, el
resultado es súper-jugoso, con una textura estupenda y bajo en 
colesterol…
Además no
es empalagoso pues el zumo de limón le da un toque refrescante.
Se puede
preparar con un glaseado de limón, le da un punto de acidez, pero 
gusta o sin
el glaseado, menos calorías pero también delicioso.
Elegir la
modalidad porque ambas merecen la pena.
Yo no lo hice grande, si lo queréis más grueso sólo multiplicar las cantidades por 
dos y ya lo tenéis.
INGREDIENTES:
200gr. de
harina de repostería
180 gr. de
azúcar glas
250 ml. de
leche
Jugo y ralladura
de 1 limón
3 Cdas. de Aceite (oliva o girasol)
1 Cda. de levadura
ELABORACIÓN:
Mezclar todos los ingredientes en un bol, hasta que
quede una masa 
homogénea.  
Engrasar un
molde rectangular con mantequilla y rellenar con la mezcla 
anterior.
Introducir
en el horno precalentado a 175ºC durante unos 30 minútos, 
comprobar que está hecho
con una brocheta (cuando salga limpia está hecho).
Sacar y
dejar enfriar.
GLASEADO:
Mezclar en
una taza 3 Cdas de azúcar glas con zumo de limón, ir incorporando 
poco a poco,
hasta que quede una mezcla espesa pero lo suficientemente líquida 
para cubrir
el bizcocho, echar sobre la superficie y dejar solidificar.
Si tenéis
prisa, meter en el frigorífico y enseguida estará listo.
¡SALUD Y
DISFRUTAD!
 
 
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