Este es un plato de origen humilde, pero que sin duda es sabroso
y calienta el cuerpo en los días de otoño e invierno. Parece que era un antiguo
plato de pastores, aunque hoy se ha convertido en un imprescindible en
cualquier restaurante de Ávila o Salamanca entre otros lugares.
Cuando visito la Sierra de Gredos es uno de los platos que
siempre pedimos, y aunque no es aconsejable si estás a dieta, especialmente por
los torreznos fritos que lo suelen acompañar, merece la pena probarlo .
INGREDIENTES:
1 Kg. De patatas
200 gr. de panceta adobada
1 Cebolla
1 cta. de pimentón de la Vera
2 hojas de laurel
Sal y Aceite de Oliva
PREPARACIÓN:
Pelar y trocear las patatas. Ponerlas en una cazuela y cubrirlas
con agua fría. Añadir 2 hojas de laurel y sal.
Cocer a fuego medio unos 25 minutos. Reservar.
Cortar la panceta en trozos medianos y freír en una sartén con
aceite caliente.
Cuando comience a dorarse la panceta, añadir la cebolla pelada y
picada en brunoise.
Mientras escurrir las patatas, echarlas en una fuente y
aplastarlas con un tenedor.
Cuando esté bien dorada la panceta y la cebolla, retirar
la sartén del fuego y añadir la cucharadita de pimentón, mezclar bien y añadir
las patatas ya aplastadas, mezclar bien, rectificar de sal, y hacerlo todo
junto unos minutos.
Si queréis “rizar el rizo”, coronar el plato con un huevo frito
y mezclarlo todo…. Luego una buena caminata y ya está. Y no olvidéis…
¡¡¡SALUD Y DISFRUTAD!!!
Me encantas estas patatitas te sacar de un apuro
ResponderEliminarMágico, saber disfrutar es saber estar bien contigo mismo y saber lo que más quieres y compartirlo con los amigos más cercanos
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